Resulta extraño ver una sala
de fisioterapia al lado de un escenario pero en el caso de la producción
musical “El Rey León”, es así.
Por ella pasan decenas de artistas y personal
técnico, unos para calentar músculo, otros para recibir un tratamiento
preventivo o que se les coloque una venda protectora y muchos, la gran mayoría,
para saludar a su fisioterapeuta, Amaya, una más entre la gente del teatro.
"CUANDO EL TEATRO SE CONVIERTE EN ALGO MÁS QUE UNA AFICIÓN"
Esta especialista en Fisioterapia
de las Artes Escénicas es una más del elenco que, diariamente, pone en marcha
el musical “El Rey León”. No sale a escena pero su trabajo es tan importante
para los actores y actrices como el de cualquier otro: “procuramos adelantarnos
a las lesiones, principalmente las motivadas por gestos repetitivos”. Lesiones que
no sólo se pueden producir en los artistas sino también en los técnicos, por
citar algunos ejemplos: “nuestro trabajo es preventivo, no curativo. Evaluamos y
controlamos a más de un centenar de personas, entre artistas, músicos y
personal técnico y, siempre, el trabajo es personalizado ya que cada uno tiene
una exigencia que hay que tener en cuenta”.
El objetivo es prevenir
lesiones o minimizarlas cuando se producen.
Muchos artistas tienen
requerimientos físicos similares a los exigidos a deportistas de élite, pero la
realidad es que todas las obras que se montasen deberían tener un profesional
de fisioterapia: “en España, explica Amaya, disponer de un cuerpo médico, un
fisioterapeuta en nuestro caso, es una rareza mientas que en Broadway es lo
habitual”.
Los artistas son atletas y nadie concibe que un deportista de élite pueda carecer de apoyo sanitario especializado.
“ENTRE
PILATES Y CALENTAMIENTO”
Amaya llega al teatro con
los artistas y dos horas antes de iniciarse la actuación dirige una clase de
Pilates, “para fortalecer la espalda, principalmente”. Luego los artistas hacen
su calentamiento físico y vocal y, al rato, la sala de fisioterapia es ya un ir
y venir continuo. Unos piden que se les ponga una venda, otros reclaman consejo
para llevar a cabo estiramientos o para calentar un músculo un poco más antes
de que se inicie la representación. Cuando se alza el telón, el trabajo
continúa ya que se atiende al personal técnico que pueda demandar sus servicios
o al bailarín que reclama atención ante una molestia. Al terminar la función,
todos a casa y mañana, temprano, a la consulta para continuar con tratamientos,
dar información o abordar los problemas que se hayan podido producir.
Vídeo (Alt)
Referencias:
Mundo Sanitario. Nº 351. Febrero de 2013 (Juan José Menéndez).
Muy interesante y divertido el enfoque preventivo en Broadway, que demuestra una vez mas, que la Fisioterapia no tiene limites.
ResponderEliminarUn saludo
¡Hola Juande! Me encanta tu blog y, como bien sabes ya, lo tengo como blog de referencia y siempre que puedo miro tus publicaciones. Se nota el esfuerzo y las horas que le echas al portafolios (siempre que entro en la sala de estudios estás retocándolo y mejorando cosillas).
ResponderEliminarSinceramente esta entrada me gusta mucho, ¡te entran ganas de intentar trabajar de esto! El resto de entradas están de diez también, un trabajo muy completo y fácil de leer (me da envidia, pero de la sana)
Sigue por este camino!
Un beso!!